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                             Reflexología

 

 

 

 

 

 

 

La reflexología, reflexoterapia o terapia zonal es la práctica de estimular puntos sobre los pies, manos, nariz u orejas (llamados «zonas de reflejo»), basada en la creencia pseudocientífica de que ese masaje tendría un efecto benéfico en un órgano situado en otro lugar del cuerpo.

Según los practicantes de la reflexoterapia, la digitopuntura (opresión en puntos concretos y bien especificados) puede aliviar numerosas dolencias:

  • dolor de espalda

  • dolor en el cuello

  • estreñimiento

  • gastritis

  • dolores menstruales

  • asma

  • cefalea

 

 

 

Historia

En 1913, el médico estadounidense William Fitzgerald comenzó a investigar la reflexología siendo médico jefe del departamento de otorrinolaringología del Hospital St. Francis de Connecticut (Estados Unidos). Publicó sus ideas ―junto con el Dr. E. F. Bowers― en un libro titulado Zone Therapie (‘terapia de zonas’), en 1917. Fitzgerald estaba interesado en la hipótesis de la acupuntura, que sostiene que el cuerpo humano se halla atravesado, en sentido longitudinal, por diez meridianos, que lo dividen en otras tantas zonas, cada una de ellas ocupada por determinados órganos cuyo «reflejo» se encuentra en los pies y las manos. Otro médico, el Dr. Joseph Shelby Riley ―que también desarrollaba esta práctica― hizo los diagramas y detalló los dibujos y la localización de los puntos reflejos en los pies.

El Dr. Riley entabló conversación con la masajista estadounidense Eunice Ingham. Ingham abandonó su trabajo en el hospital para dedicarse por completo a la reflexología. Escribió varios libros, entre ellos Historias que los pies podrían contar, y confeccionó el primer mapa reflexológico con las correspondencias entre los órganos y las distintas zonas en la planta de los pies.

En la actualidad, los seguidores de la reflexología sostienen que cualquier mención a un masaje de pies (ya sea en alguna figura del Antiguo Egipto, en el Renacimiento, en los indios cheroqui, etc.) no es en realidad un mero masaje de pies sino una terapia reflexológica.

 

Zonas de reflexoterapia más comunes

Se denominan «elementos reflejos» o «zonas de reflejo» a todas aquellas partes del cuerpo que tienen una forma definida que se puede hacer asemejar al cuerpo entero: las manos, los pies, las orejas, el rostro, el cráneo, la cara y el raquis 1 etc.

Aunque quizás la más extendida se trata de la que estimula los pies, la Reflexología Podal

 

Reflexoterapia en los pies

Los reflexólogos afirman que ciertos puntos de los pies se vuelven más sensibles cuando existe alguna enfermedad en otro punto del cuerpo: el aumento del dolor en ciertos puntos de los pies indicaría la presencia de la dolencia, y el masaje en dichos puntos la aliviaría. Por eso la reflexoterapia no es un simple masaje de placer, ya que suele producir dolor cuando el masajista presiona sobre los puntos doloridos del pie.[cita requerida]

La reflexoterapia es una ayuda terapéutica, no un remedio definitivo, y puede complementar la acción de los fármacos. En general el creyente en la reflexoterapia también la combina con terapia floral (flores de Bach).

 

Reflexoterapia en la nariz

Los puntos reflexológicos del interior de la nariz están situados en las zonas anterior, media y posterior de los cornetes medio e inferior:

  • La estimulación de la parte anterior del cornete inferior produciría un efecto curativo en el bajo vientre.

  • La estimulación de la parte intermedia del cornete inferior produciría un efecto curativo en el abdomen.

  • La estimulación de la parte posterior o interna del cornete inferior produciría un efecto curativo en la cabeza.

  • La estimulación de la parte anterior del cornete medio produciría un efecto curativo en los pulmones.

 

Cómo actúa la reflexología

La justificación de la reflexología proviene de la acupuntura (antigua técnica china), la cual afirma que el hombre posee una energía invisible e inmensurable, el chi, que circula por unos canales llamados meridianos. En estos canales se encuentran unos puntos precisos que se pinchan con agujas ―o, en el caso de la reflexoterapia, se masajean y oprimen― para regular la circulación de esa energía. Cuando esa energía se estanca dentro de un órgano o en algún punto del trayecto, se produce un desequilibrio capaz de repercutir a la larga sobre sus funciones orgánicas y producir una enfermedad.

 

Beneficios

Aunque los poderes curativos de la reflexología no están demostrados científicamente como mínimo se sentirá una relajación total, ya que se esta realizando un masaje. Si se cuenta con problemas de circulación también puede ser muy positivo someterse a una sesión de reflexoterapia ya que el masaje favorecerá la circulación. Como te sumerge en un estado de relajación te ayuda a crear un estado de equilibrio mente y cuerpo. Lo tratado hasta el momento son sólo los beneficios que un simple masaje otorga, pero el éxito de la reflexología radica en estimular los puntos reflejo que nos permite acceder a cualquier parte del cuerpo. Las dolencias que puede tratar fueron listadas al comienzo de este artículo

En ningún momento podemos olvidar que se trata de una terapia alternativa y que como tal nunca podrá sustituir a la terapia médica, sólo complementarla.

 

Contraindicaciones

La reflexología en un principio parece no tener ningún tipo de contraindicación ya que se trata de una terapia natural. Sin embargo hay algunos casos en los que no es recomendable su aplicación, si se padece de:

  • Enfermedades cardiovasculares

  • Hongos o heridas sin cicatrizar, así como cualquier enfermedad de la piel como dermatitis

  • Osteoporosis

Lo más recomendable es consultar a nuestro médico para tener total certeza.

 

Reflexólogo

El reflexólogo busca alentar los procesos naturales de curación del cuerpo, mediante la aplicación de presión en puntos reflejos en los pies y las manos, que restauran el equilibrio natural del cuerpo. Como reflexólogo, se puede trabajar en una gran variedad de lugares como: hospitales, salones de belleza, gimnasios y hoteles de lujo. También puede trabajar desde su casa, en locales alquilados o visitar a los clientes en sus hogares. Además, puede estudiar otras terapias complementarias, como la aromaterapia, la terapia de masaje y el Reiki, para complementarlas con la reflexología.

 

Su labor consistirá en

  • Explicar el tratamiento al cliente.

  • Llevar una historia clínica, donde abarcara temas como la salud, la dieta y estilo de vida.

  • El examen de los pies y de las manos de sus clientes para detectar los posibles “bloqueos” y las áreas más problemáticas.

  • Mantener registros de los tratamientos.

  • Recomendar clientes a su médico de cabecera, si es necesario.

 

Los requisitos necesarios son

  • Tener una buena comprensión de la biología humana y la anatomía.

  • Saber escuchar y tener muy buena comunicación.

  • La capacidad de desarrollar la empatía con los clientes.

  • Buena coordinación y habilidades prácticas.

  • La capacidad de reconocer cuando un cliente necesita ser derivado a un médico.

 

Críticas

Las críticas habituales a la reflexoterapia son la falta de regulación por un organismo oficial que avale la acreditación y la concesión de diplomas, la falta de formación médica proporcionada a los aspirantes, y la corta duración de los programas de formación. La falta de regulación permite que cualquier persona se dedique a la práctica de la reflexoterapia sin estar acreditado. No obstante, en algunos países de Europa ―por ejemplo, Suiza― es necesario ser un médico para poder dedicarse a la práctica reflexológica.

También se alega que la reflexología se basa en premisas que no están comprobadas, la cual afirma que las terminaciones nerviosas de órganos concluyen en alguna extremidad. Tampoco hay suficientes estudios clínicos para demostrar su eficacia.

Por ello la validez de la reflexoterapia está cuestionada, más allá de la sensación subjetiva de alivio (efecto placebo) que pueda experimentar quien se somete a un masaje.

Algunos de sus practicantes aducen que el uso de conceptos orientales, como chakrás, energía chi y «canales de energía» ―que originalmente podrían haberse adoptado para dar un atractivo ropaje esotérico― actualmente producen rechazo.

En general la medicina científica (medicina basada en evidencias) considera que la reflexología no tiene suficiente base y que por lo tanto pertenecería a la categoría de laspseudociencias.

Se critica la eficacia de esta técnica, ya que los estudios no muestran resultados positivos.

Se consideran que los supuestos efectos benéficos del masaje sobre la salud podrían deberse a causas ajenas al masaje (efecto placebo).

Su validez es cuestionada por la comunidad médica y científica puesto que sus premisas son consideradas absurdas.

No existe ninguna evidencia científica de que la reflexología tenga algún efecto beneficioso sobre el organismo.

Su práctica es criticada porque pone en riesgo la salud de quienes ―padeciendo alguna enfermedad potencialmente seria― son sometidos a un tratamiento cuya eficacia no está probada, reemplazando o retrasando la búsqueda de ayuda médica científica. Aunque los proveedores alegan que no pretenden sustituir el tratamiento médico sino complementarlo, la confianza que generan los terapeutas no médicos produce en ocasiones ese efecto.

Los enfermos manifiestan que experimentan reducción del dolor, mejora de movilidad y recuperación natural. Pero esto podría deberse al efecto placebo.

En 2009, una revisión de ensayos controlados sistemáticamente concluyó que «Las pruebas más fiables obtenidas hasta la fecha, no demuestran convincentemente que la reflexología sea un tratamiento efectivo para ninguna enfermedad».2

Se ha observado empíricamente que sus practicantes no son capaces de diagnosticar correctamente los problemas de los pacientes,3 En una investigación en que un reflexólogo logró identificar correctamente una enfermedad, no pudo identificar otras once enfermedades.4

También se ha alegado que los principios en que dice basarse (todos los órganos del cuerpo están «reflejados» en los pies o en la nariz), son absurdos desde el punto de vista del conocimiento firmemente adquirido acerca del funcionamiento del cuerpo.

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